miércoles, 14 de mayo de 2014

Reseña de la segunda semifinal del ESC 2014 (escrita el viernes 9 de Mayo)

Ayer tuvo lugar la segunda semifinal del Eurovision Song Contest 2014, y como hice con la primera, la verdad que me apetece mucho comentarla, y así lo haré, (le pese a quien le pese):
Para comenzar la noche un tema country (que parece ser que en esta edición les ha dado por ese tipo de música, ya que hay varios) que para mi está sobrevalorado. Habla de volver a casa pero los malteses se quedaron en Copenhague hasta la final. Para mi gusto, increible.
Les siguió Israel, con su 'Same heart' de Mei Finegold; ésta sií que se tenia que haber quedado en la final y no fuera como pasó. Injusticia, porque es que oís la versión de estudio y la directa y decís que no puede ser, porque es que es igualita.
Qué decir del noruego y esa tormenta silenciosa. estaba cantado que esa canción pasaba a la final, podían haberlo hecho automáticamente, sin duda. Aunque lo que no me explico es a qué vinieron esos quejidos cabríos con los que deleitó en la segunda estrofa.
De Georgia creo que mejor no hablar, ya que canción más chorra no hay este año.
Y llegó uno de mis momento favoritos de la noche: Polonia con sus mujeres eslavas,jajajaja. Fue una actuación buenísima y la puesta en escena con ese erotismo explícito fue brutal. Sinceramente creo que lo tenían todo muy pensado y lo hicieron para despistar al resto de concursantes masculinos.
A quien sí que no despistaron fue al travesti austríaco: Conchita Wurst. Vale que tenga un aspecto extravagante (aunque no le llega a la suela del zapato a Lady Gaga) con esa barba, pero a su favor juega el pedazo de directo que tiene, lo que le ha hecho ganar muchos puntos, tanto en las casas de apuestas (es 3ª favorita para ganar) como en mi apuesta personal. Viva Conchita y su salchicha (y no penséis mal, que Wurst significa salchicha en alemán).
Lituania fue la siguiente y desde luego estoy de acuerdo con la canción: 'Attention' era lo que tenía que haber puesto ese país el día que votó su candidatura; ¡qué horror de todo!, que ni los vestuarios se salvaron. Merecedora de las últimas posiciones con todo su esfuerzo.
Menos mal que llegó el grupo de jovencitos de Finlandia con su 'Something better' (que desde luego después de la canción anterior casi todas hubieran sido algo mejor) y además de dejarnos un poco cegatos con tantos rafagazos de luz le dio ánimo a la noche.
Y tras unas cuantas actuaciones de auténtica indecisión llegó Xena, la princesa guerrera (o eso parecía) para intentar arreglarlo todo, pero se quedó en eso solo, en la intención. En toda su actuación solo me rondaron tres preguntas por la cabeza: 1.- ¿No tenía nada más mono que ponerse esa mujer, que hasta las coristas llamaban más la atención que ella? 2.- ¿Debajo de ese vestido hortera también llevaba un cinturón de castidad (porque parecía de la época, le pegaba)? Y 3.- (para mí la más importante de todas) ¿Los bailarines de las falditas llevaban calzoncillos debajo o bailaban en plan campana?
Con el hambre que me estaba dando, se dieron cuenta que era hora de cenar y subieron al escenario al bielorruso con su 'Cheesecake' (Tarta de queso, para quien no sepa inglés, aunque deberíais), pero me da a mí que ese pastel estaba ya muy reseco y el regusto que dejó fue como si no dejase nada. Aún no me explico por qué razón divina nos lo van a poner de nuevo en la final, ¿es que no hay otros postres?
Bueno si, también está la Macedonia, que aunque con buena canción (yo la veía dentro de la final, porque mola mucho y engancha), más que llevarnos al cielo nos llevó al oculista porque nos acabaron de dejar ciegos con tantas rafagas de luces,y para colmo blancas y la tía vestida de negro.
Por fin llegaba algo bueno, y mira que al principio esta canción no me gustaba nada, pero parece ser que este año también, ademas del country, les ha dado por los silbiditos en las canciones y el suizo Sebalter es un experto en eso de soplar, silbar quería decir; también en lo de tocar el violín, no lo discuto. Por lo que se ve no le vino nada mal ya que logró cazar algunas estrellas y una plaza para la final.
Y ya se estaba acabando la noche cuando llegó el subidón: el tema house de los griegos. Claramente la canción que este año podría salir del festival y extenderse como la pólvora por las discotecas de Europa, y de dificultad vocal poca.
Como todo estaba a punto de llegar a su fin, hizo su entrada en escena Eslovenia, con hada madrina incluida, ahhh no, que era la cantante. Es que con eso de utilizar la flauta de varita mágica me dejó descolocado. Una canción normalita, no me llama mucho la atención y yo la hubiera dejado fuera de la final, la verdad.
Y por último, por arte de magia, la salvación: Rumanía. Vale que ya habían estado en el 2010 en el festival y quedaron terceros, pero es que se lo merecen, y este año la canción es muy buena y los efectos de la puesta en escena, sin haberlos visto ni oído nada previamente, sorprenden. Era clara finalista, otra que se podían haber ahorrado el pasar por la semifinal.
Y bueno, con esto y un bizcocho se terminó la segunda semifinal y ya sólo queda esperar a mañana, a ver qué pasará, aunque supongo que lo tengo bastante claro.

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